Compitas, les quiero dar a conocer a un amigo poeta. No es decimonónico, pero creo que de vez en vez él quisiera serlo. Hace algún tiempo (dos años o más), lo conocí gracias a un colectivo de poesía. Hablo de Rafae Ramírez Hernández. Voy a ponerles unos versitos de este gran poeta para que hagan de sus pupilar un charco de baba.
Uno de tantos versos que lo describen como poeta se encuentra en el poema "Poema para mi muerte", el verso dice: "Pero nuestra fortuna es la miseria" y la miseria que él obtiene es resultado de una marginación poética de la que él ha sido víctima más de incontables veces.
Después de haber publicado Cuando los hombres son cantores y Todos soñamos con ser..., Rafael Ramírez alcanza una madurez literaria avalada por la vida y la experiencia de cada uno.
Con una notable presencia de Sabina en sus versos y el fantasma de Bukowski en otros, siempre veremos a un Rafael Ramírez ( o Kenjiro como él mismo se nombra), tomando de la botella de la soledad y la desdicha, no para sufrir tanto, sino para disfrutarla como se deben disfrutar estas situaciones, es decir, con ganas.
Uno de tantos versos que lo describen como poeta se encuentra en el poema "Poema para mi muerte", el verso dice: "Pero nuestra fortuna es la miseria" y la miseria que él obtiene es resultado de una marginación poética de la que él ha sido víctima más de incontables veces.
Después de haber publicado Cuando los hombres son cantores y Todos soñamos con ser..., Rafael Ramírez alcanza una madurez literaria avalada por la vida y la experiencia de cada uno.
Con una notable presencia de Sabina en sus versos y el fantasma de Bukowski en otros, siempre veremos a un Rafael Ramírez ( o Kenjiro como él mismo se nombra), tomando de la botella de la soledad y la desdicha, no para sufrir tanto, sino para disfrutarla como se deben disfrutar estas situaciones, es decir, con ganas.
Que el mundo acabe a las horas tempranas*
Que el mundo acabe a las horas tempranas
En la podredumbre del mundo
En este suelo que solemos pisar
… que no quiero nada
Ni dios
Ni boca
Ni amor que mascar
Ni promesas que rumiar que lo nuestro es el exilio
Reincidir, en el suicidio
Bosques por que sí desgranando arenas
Soñando apenas con un árbol de colgar
No he de palpar el camino con los ojos que son dignos de mirar
Con poleas de tirar rozando lo prohibido
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